¿Por qué elegir el parto en el agua? Porque es la más natural y suave y permite a los que asisten a intervenir lo menos posible, respetando la privacidad del evento de nacimiento. El calor del líquido en el que la mujer está inmersa, promueve la circulación sanguínea en los músculos uterinos, la reducción del dolor. El agua tiene una acción lubrificante que facilita la expulsión del feto, con menor fricción tanto para la madre, como para el niño.